Aunque esta era su tercera edición, para mi ha sido la primera vez que me he embarcado en algo parecido, el año pasado estaba apuntada a este tri-indoor, pero por una urgencia médica me resultó imposible participar, con lo cual era una asignatura pendiente, así que este año me fui de cabeza a participar en mi primer triatlón indoor, que consistía en mil metros de remo ergómetro, cinco mil metros en bicicleta de spinnig y mil metros corriendo.
Tengo que reconocer que remo no hacía desde Julio, que fue la ultima vez que estuve en el gimnasio y mi técnica es cero, es decir remo a lo bruto, porque tengo unas espaldas y unos brazos fuertes y arranco hasta que diga basta, vamos......
No lo hice tan mal, por poco salgo la primera de la tanda, pero como no estoy acostumbrada, pues tuve un problema y es que me quedé enganchada en las zapatillas con las correas y me costó salir.
La bici estaba al lado, subo y venga.......¡¡al molinillo!!, eran cinco kilómetros a todo meter, cogí bien el ritmo y mis piernas iban a buena velocidad, me encontré muy cómoda y salí la cuarta en la tanda.
Y fue bajarme de la bici y decir....¿Estoy borracha?, resulta que me costó coger el equilibrio, me tronche dos veces y me iba para un lado, hasta, que pillé el equilibrio, no quiero ni pensar como tiene que ser esta transición en un triatlón de los de verdad.
Aquí ya estaba en mi terreno y salí escopetada, dos vueltas alrededor del polideportivo y fui adelantando a las dos chicas que me precedían, y llegué la segunda a meta.
Muy contenta con esta experiencia, fui segunda de chicas y primera en mi categoría de veteranas, pero tengo que reconocer que estas pruebas son muy explosivas para mí, una ya tiene una edad, yo soy más diesel y me he vuelto más calmada, tanta velocidad me marea un poco, pero reconozco que disfruté como hace tiempo no lo hacía, terminé la prueba en 15'58".
Hubo un ambiente magnífico, nuestra tanda era de diez chicas.
La organización estuvo de maravilla, era una prueba gratuita, y nos dieron un obsequio y trofeo, ¡¡no se puede pedir más!!.
La medalla, me la entregó Rosa...
AMABIKILA, ya que era su club de triatlón el organizador y tengo que decir que fue mi ángel de la guarda, estuvo en todo momento a mi lado, animándome y dandome consejos, ¡¡Muchas gracias, campeona!!, ella competía por la tarde y en una prueba bastante más exigente que la nuestra.
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