03 enero 2010

Filipides.... ¡¡Que grande fuiste!!

El otro día en el periódico "El Correo", veía un artículo que se titulaba "La batalla más recordada", leyendolo me enteré que es en éste año recién estrenado 2010, cuando se cumple 2.500 años de la lucha entre griegos y persas en "La Batalla de Maratón".


Fue el soldado Filipides, el mensajero elegido para correr los 40 kms., que distaba Maratón de Atenas, y dar a conocer la victoria del ejercito griego sobre los persas y así evitar el asesinato de los niños por sus madres y el posterior suicidio de las madres y mujeres de Atenas, en caso de que hubiesen sido los persas los ganadores de aquella batalla, así que Filipides como mensajero elegido cumplidor de su misión, llegó a Atenas, comunicó la victoria del ejercito griego, cayó desplomado y murió.


Filipides fue el primer maratoniano de la historia, muchos años después los Juegos Olimpicos de Atenas, decidieron homenajearle e incluyeron una carrera de 40 Kms., fue un capricho de la monarquía britanica, la que hizo que la distancia fuese 42,195 Kms., durante los Juegos de Londres en 1908, distancia homologada y que es la que ha llegado hasta nuestros días.


Para mí la maratón es una carrera mítica, l@s que la hemos corrido, hemos sentido algo diferente a cualquier otra carrera, es una distancia en la que tu cabeza y tu cuerpo tienen que funcionar a la perfección, cada vez somos más los que participamos en esta distancia y a veces me he preguntado si le hemos perdido un poco el respeto y el peligro que conlleva si se realiza una insuficiente preparación, para mí siempre será una prueba mágica y de las que engancha, vivir ésta carrera es retarte a ti misma y la satisfacción cuando la terminas supera a todo lo imaginable.


Berlin 2008, quizás sea mi mejor maratón, cada una se vive de diferente manera, fue donde llevé un mejor entrenamiento, junto con una controlada alimentación, la que disfruté de una manera especial, nunca había corrido con tantisima gente, sobre 35.000 personas, con una organización perfecta y una animación como nunca la había visto, hoy todavía cierro los ojos y veo mi fotografía, "brazos en alto, puños cerrados", pasando por debajo de la Puerta de Brandenburgo, algo que nunca olvidaré, cuando entré en meta y me colgaron la medalla, no se lo que me pasó, pero....... no estaba cansada, iba andando al sitio donde había quedado para recoger la ropa, la gente te saludaba, abracé a los compañeros con los que había compartido carrera y os puedo decir que si ha habido un momento feliz en mi vida deportiva fué ese, sentada estirando en el parque, enfrente del impresionante parlamento alemán, además el gran Gebrselassie, batió el record en 2:03:59 marca todavía en vigor e imbatida.


Mis sueños maratonianos siguen en pie, nos se cuando pero sé que algún día podré disfrutar y correr por Nueva York, dicen que no es la mejor maratón del mundo, pero sí la más especial, así que espero seguir entrenando, corriendo y disfrutando para el día que decida "saltar el charco" y que luego cuando cierre los ojos pueda ver esa fotografía......... entran en meta con los "brazos en alto, puños cerrados ".


1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo contigo. El maratón es una carrera distinta a todas. Tiene una épica propia que no tiene ninguna otra carrera.
    Yo también iré algún día a NY. Es la carrera más emblemática de la distancia, aunque cómo dices, no es la mejor.

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